Esta marca nace para revalorizar a la mujer rural y al trabajo que desde hace décadas ha desempeñado en el cultivo de este producto.

Los ajos Alicina son seleccionados cuidadosamente entre nuestras trabajadoras, escogiendo solamente aquellos con las mejores características para, a continuación, pasar al proceso de pelado donde se trabajan a mano cada una de las cabezas, eliminando las peores capas y obteniendo un ajo perfecto tanto en apariencia como en calidad y sabor.

Además, son obtenidos de nuestra propia semilla, la cual creamos en nuestro laboratorio gracias a nuestro proyecto de I+D+i, por lo que garantizamos de esta manera la calidad y excelencia del producto.